Virgen de la Cataluça


Cabizbajo el risueño orador trataba de cesar en sus suspiros, pero no podia dejar de palpitar el dulce nectar borravino que habia sido derramado sobre su bata.

Caizbajo seguia, cabizbajo siempre, aun en la mas cruda de las borracheras su cabeza se mantenia en un angulo de 90º perfecto.

El vino de la iglesia ya no tenia el mismo sabor, no era lo mismo degustar un caliz de alianza solo que acompañado por la mas poetica de las imagenes virginales.


Tildado de loco, esquizofrenico y psicotico, visto como un depravado y como un abusador, odiado por los supuestos puros y desterrado por los conocidos malditos.


El 13 de agosto de 1954 no fue una dia normal, no. El sol habia renacido por el brazo derecho del campanario, la cruz de madera que descansaba sobre el techo de la capilla parecia flotar cual señal de tierra a la vista , y las viudas habian perdido el tren que las arrojaba frente a la quimera de sus almas perdidas. Y asi fue, en ese marco, en ese momento, que llegó, enviada vaya a saber uno por obra y gracia de que Arcagel, la mas perfecta de las imagenes, la mas gloriosa de las deidades, la mas delicada conjuncion de rasgos sacros: la imagen de la virgen de la Catalunça


Primero pasó sin pea ni gloria por los ojos de su futuro valentin, lo cual no carecia de logica puesto que despues de tantos años de idoneidad profesional el rigor de los sentimientos hacia algo o alguien que no fuera Dios, pues bien, simplemente sonaba como una realidad solo presente en otra dimension, en la dimension de las historias del corazon.


A los tres meses de haberse posado sobre la galeria central del recinto de Dios, el hombre de tunica obscura presto atencion a la fina silueta que se extendia desde el primer atisbo de pie que se escapaba por la comisura naciente de la bata de la imagen.

Y asi, sin mas, asi nació el amor, asi creció la llama de la mas imperfecta de las historias de amor.


Aun hoy se puede leer sobre el manto de la Virgen de la Cataluça, como si fuese el unico recuerdo de una cataclismica historia de amor, la siguiente confesión:


Incertidumbre eres para mi, vales tanto como la vida que vivo, como el aire que respiro como el cielo que me cubre, vales tanto como el perdon de Dios, vales mas que el sol naciente, justificas el averno, el infierno y el castigo, pero aun asi eres incertidumbre. Incertidumbre al saberme humano, al saberte irreal, al saberme pecador, al saberte pura, al saberme traidor, al amarte tanto

2 comentarios:

Nicolas Manservigi dijo...

VOLVÍ :)

FlOpaZ dijo...

Pero que buen escrito. Escribis de maravillas!
Besos. Nos estamos leyendo.