Caemos los caidos

De vez en cuando las voces que iluminan la lugubre ceremonia de cangrejos y pastizales salen a bailar con la emocion propia de una navidad infantil.

''Vamos a Paris'' dice la voz de la conciencia, y quizas en ese deseo se escondan mucho mas que intenciones de amar el crepusculo al borde del Senna. Seguramente habrá un dejo de tristeza en el esbozo del deseo, y si bien no sera la voz la que confiese el porque de un Paris en otoño, si se podrá oir el quejido de lo no dicho, la inestabilidad de lo cercano, y lo complicado de lo real.


''La montaña, quiero la montaña'' comenta la voz de los sueños, y en esas palabras se percibe el irremediable desfile de sospechas de que nunca será realto de vida aquello que los sueños enuncian. Las montañas y su verde, las montañas y su colchon de estrellas quedarán vivas en la casa de la pradera que construiran las mentes, pensando siempre en un futuro, ese que nunca llega.


''Caemos los caidos'' dice la voz de la razon. Y asi es, caen los caidos, y en la caida las voces van siendo silenciadas. Caen los caidos y si la luna se confunde quizas la noche nunca sepa que en las horas de cielo obscuro las voces aun siguen vivas, diciendo cosas que nunca será escuchadas, pero que dirán tanto..tanto.



Entonces...¿que dicen tus voces?

1 comentario:

Sabrina Konz dijo...

Soy una loca romántica de paso en el cielo.
Y me gusta.
Y me quedo.
Saludos!